El propio Sigourny apuntó recientemente al riesgo de que se perdiese la costosa alianza que Francia mantiene con Marruecos, particularmente en el llamado Estado profundo, en el que el medio sitúa intereses de Asuntos Exteriores, Ejército e Inteligencia) La transferencia a Rabat de los 30 Mirage 2000-9 emiratíes precisaba de la autorización expresa de París.
El cronograma de producción del Rafale incluye además 42 nuevos aviones para Francia, anunciados a primeros de año por el ministro de las Fuerzas Armadas del país, Sébastien Lecornu, y para los que se estima un coste de 5.000 millones de euros.
Programas Halcón I y II y Quadriga El de Strategy&, añade la fuente, es un estudio en el que se “proporciona una visión integral del programa y ofrece datos convincentes que muestran los beneficios económicos actuales del programa”.
Operativos hasta 2070 El cronograma de producción del Rafale incluye además 42 nuevos aviones para Francia, anunciados a primeros de año por el ministro de las Fuerzas Armadas del país, Sébastien Lecornu, y para los que se estima un coste de 5.000 millones de euros.
Halcón para España y Quadriga para Alemania La información facilitada por Airbus recoge además la previsión de “que los contratos del Halcón español (20 Eurofighter para el Ejército del Aire español) y Quadriga alemán (38 Eurofighter para la Luftwaffe) aporten casi 1.700 millones de euros al PIB español.
La fusión de los dos programas de aviones de combate de sexta generación en los que trabaja Europa, y por la que el consejero delegado de Airbus, Guillaume Faury, ha vuelto a apelar este mes, no solo no está clara, pese a las voces que advierten de que será la única forma de que el viejo continente pueda competir en el mercado, sino que en vez uno los proyectos podrían acabar siendo tres.
El F/A-18E/F Super Hornet es un modelo de mayor tamaño, más capacidades y más avanzado que el F/A-18 Hornet del que deriva, y que se encuentra en servicio, entre otros, en el Ejército del Aire y el Espacio español, donde ya se trabaja en su sustitución por nuevos aparatos, básicamente Eurofighter y probablemente otro modelo que distintos analistas apuntan que será el caza de quinta generación F-35A de Lockheed Martin.
El liderazgo británico en este caso, sin embargo, no ha impedido el veto alemán durante años a la comercialización de los aparatos, bajo el argumento de las violaciones a los derechos humanos denunciadas sobre el país del golfo Pérsico, principalmente en la guerra que mantiene en Yemen y por el asesinato en 2008 del periodista Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul.
Las palabras de Faury defendiendo esa unión del FCAS y el GCAP, recogidas ahora por el diario británico The Guardian, renuevan la vieja aspiración, sobre la que en su momento también se pronunciaron, y apoyaron el jefe de la Fuerza Aérea de Italia y el de la alemana (Luftwaffe), y, entre otros, los responsables de la firma italiana Leonardo, ahora socia del GCAP y que en su momento reveló que su propósito de unirse a la iniciativa británica incluía una fusión de ambos programas en el futuro.
El Ejército del Aire y del Espacio ha completado la restauración de los históricos Mirage F-1 expuestos en el Ala 14, situada en la base aérea de Albacete.
Se trata del mismo modelo que Alemania y España buscan reemplazar en el futuro con el programa FCAS que comparten con Francia (sustituirá con él a sus Rafale), y al que recientemente ha decidido incorporarse Bélgica.
La flota de 12 aviones de combate de quinta generación F-35B encargada por Singapur, prestará servicio acompañada de otros ocho aparatos más, en esta ocasión de la variante F-35A. Esta última configuración se caracteriza por ser la diseñada para el despegue y el aterrizaje en pistas convencionales, mientras que los F-35B están preparados para despegar en pistas cortas (e incluso verticalmente) y aterrizar de forma vertical (STVOL), por lo que se trata del modelo en el que está interesada la Armada española para equipar su buque insignia, el Juan Carlos I. El ministro de Defensa singapurense, Ng Eng Hen, ha confirmado la adquisición de los nuevos ocho F-35A durante el debate sobre los presupuestos en el parlamento del país.
Se trata de un acuerdo marco que estará vigente en concreto hasta el 31 de diciembre de 2027, confirma la Revista de Aeronáutica y Astronáutica, publicación oficial del Ejército del Aire y del Espacio, en su último número. El Gobierno dio luz verde a este contrato en septiembre del año pasado, sin embargo, hasta ahora no había trascendido el sistema elegido y el número de unidades adquiridas. La adquisición del citado pod permitirá incrementar la efectividad de combate de los Eurofighter, mejorando la capacidad de detección, identificación y seguimiento pasivo de trazas, día o noche, tanto en misiones de policía aérea como en operaciones. El empleo de munición de precisión guiada por láser e incluso GPS requiere que los objetivos estén iluminados por estos pod. El Ejército del Aire y del Espacio ya tiene en servicio el Litening V y versiones anteriores de este pod en sus aviones de combate Eurofighter y F-18.
Unos días antes de revelarse la operación ya sonaba con fuerza, e incluso se apuntó que las seis primeras unidades llegarían al país en 2024, lo que se confirma ahora, y los seis siguientes lo harán el año que viene, en 2025.
Tras rubricar el renovado acuerdo, Johansson se ha mostrado confiado en “continuar nuestra estrecha colaboración con el gobierno húngaro y la industria de defensa”.
Estados Unidos avanza en el desarrollo de su futuro avión de combate de sexta generación, dentro del llamado programa NGAD. Mientras van tomando forma los proyectos que persiguen el mismo objetivo de obtener un caza de próxima generación en Europa (el FCAS de Francia, Alemania y España, y el GCAP británico e italiano, donde también participa Japón), la iniciativa de Washington al otro lado del Atlántico va cumpliendo fases.
Se trata de un gráfico con los Clientes y oportunidades del F-35 en Europa en el que se incluyen los números de aviones adquiridos por la decena de países europeos que ya lo han encargado (Reino Unido, Finlandia, Italia, Noruega, Países Bajos, Suecia, Alemania, Bélgica, Polonia y Dinamarca); los que están en proceso de hacerse con él (República Checa, Grecia y Rumanía), y otros dos que probablemente lo van a comprar: España y Portugal.
Los desencuentros entre ambos países, relacionados con la compra por parte del último de sistemas antiaéreos S-400 a Rusia (EEUU le retiró del programa F-35 por esto) y las dificultades impuestas por Ankara a la incorporación de Suecia a la OTAN, habían enfriado los trámites pendientes para la compra de 40 aparatos nuevos de este modelo y la modernización de otros 80 de la actual flota de 270 con los que cuenta Turquía.
De ahí que para el caso de Alemania, por ejemplo, se previó un precio mucho más elevado, en concreto de unos 100 millones de euros más por avión, hasta sumar 290 millones por cada uno de los 35 que solicitó Berlín.
El GCAP es fruto en gran medida del proyecto inicial de Reino Unido de desarrollo de un futuro sistema aéreo de combate, incluido un caza de sexta generación, denominado Tempest, al que posteriormente se sumaron Italia y Suecia (no incluido en el actual proyecto).