EDGE anunció recientemente un acuerdo de asociación estratégica con la Marina brasileña para coinvertir en el desarrollo de misiles antibuque de largo alcance.
Al ganador del programa se le abren teóricamente las puertas para construir otras dos unidades más para la Armada de Nueva Zelanda, a la que en su momento se dotó con otros dos buques Anzac y se especula con que los acabará sustituyendo por el mismo modelo con el que se dote Australia.