Las tropas españolas tuvieron órdenes de no intervenir pero los artilleros del parque de Monteleón se unieron a la lucha, con los capitanes Luis Daoíz y Pedro Velarde a la cabeza aunque murieron en combate, y otros militares como el teniente Jacinto Juíz y los alféreces Juan Van Halen y José Hezeta. Murat consiguió acabar con el levantamiento y decretó que todos a los que se hubiese encontrado con armas en la mano, serían arcabuceados. La noticia del levantamiento llegó a Bayona, lo que produjo que, junto a la presión que Fernando VII estaba sufriendo por parte de Napoleón, el rey abdicara en su padre y este en el hermano de Napoleón, José Bonaparte.