Tal día como hoy en 1837 Argentina declara la guerra a la Confederación peruano-boliviana
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Tal día como hoy en 1837 Argentina declara la guerra a la Confederación peruano-boliviana

El principal motivo fue la disputa por la región de Tarija
Confederacion peru bolivia
Confederación peruana-boliviana. Imagen: blog Historias de Bolivia.
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Tal día como hoy, 19 de mayo pero en 1837, la confederación Argentina declara la guerra a la confederación Perú-Boliviana. El conflicto también se conoció como guerra de Tarija. El gobernador de Buenos Aires, Juan Manuel de Rosas, declaró oficialmente la guerra al presidente peruano-boliviano, Andrés de Santa Cruz, por la región de Tarija.

De Rosas formó un ejército improvisado con soldados de Salta, Jujuy, Tucumán y Catamarca, y nombró general jefe en el norte a Alejandro Heredia. Le mandó 500 tercerolas y carabinas, 900 fusiles, 700 sables, 3.500 piedras de fusil y unos 54.500 cartuchos, pero no le envió tropas, por lo que era vulnerable al ataque del enemigo.

Por la otra parte, el mando lo tenía el comandante Otto Philipp Braun con un ejército que no superaba los 2.400 efectivos. Había recibido la orden de mantenerse a la defensiva mientras que De Santa Cruz cerraba el frente con Chile, pero Braun vió la posibilidad de atacar y adelantó dos columnas hacia territorio argentino, tomando La Quiaca y Cochinoca. Luego llegaron a Moraya, Santa Victoria e Iruya, donde rindieron al excoronel Manuel Sevilla, que se pasó a su bando. Finalmente, las columnas se reunieron en Humahuaca.

Heredia se enteró del avance de las tropas y mandó a su hermano con 400 hombres que consiguieron derrotar a los bolivianos en Humahuaca y Santa Bárbara. Las fuerzas de ambos bandos se tuvieron que replegar debido a una serie de sublevaciones en varias provincias de Argentina.

Cuando el frente chileno se cerró con la paz de Paucarpata, De Santa Cruz se pudo centrar en Heredia y consiguió hacer retroceder a las tropas argentinas a Itaimari y Hornillos, a lo que Heredia respondió lanzando varios destacamentos para frenar a Braun. Chile volvió a entrar en la guerra, lo que supuso que la invasión por el norte de Argentina se frenase. Francia intervino para ayudar a De Santa Cruz, con el bloqueo del Río de la Plata por parte de el almirante Leblanc.

El argentino reunió un ejército de unos 3.500 hombres y lo organizó en tres divisones, una de ellas estaba dirigida por el general Virto y se le encargó atacar Iruya e impedir la retirada de Braun. Otra columna, la del general Gregorio Paz, se encargó de ocupar Tarija y amenazar Chuquisaca, y por último, la del general Pablo Alemán fue la reserva.

Negociaciones fallidas

De Santa Cruz intentó negociar con Heredia a través de una carta con Napoleón Bonetti como mediador, pero este había sido declarado traidor y criminal, por lo que no reconoció su inmunidad parlamentaria y lo encarceló. De Santa Cruz amenazó con reiniciar las hostilidades si no le liberaba, a lo que Heredia se negó.

La columna de Gregorio Paz tomó el poblado de Carapari después de la batalla de la Laguna de Acambuco, llegaron a San Luis y, tras el combate de El Pajonal, no pudieron cortar la retirada de los bolivianos. Cuando Paz llegó a las cercanías de Tarija, la superioridad numérica de Braun debido a los refuerzos que había recibido de milicias locales hizo que los argentinos tuviesen que retroceder y tuvo lugar la Cuesta de Coyambuyo, en la que los bolivianos capturaron a 20 oficiales argentinos.

La columna de Virto puso rumbo al Abra de Zenta, donde se incorporaron fuerzas jujeñas y se enfrentaron a los bolivianos en el combate de Iruya.

El fracaso de las dos columnas provocó la retirada de las tropas hacia Jujuy y Tucumán y la división del ejército. En Tucumán, el pueblo se levantó contra su ejército con Alejo Córdoba a la cabeza, comandante del Regimiento nº 9, en la llamada Coalición del Norte, en la que Heredia fue asesinado por el coronel Gabino Robles. El encargado de apaciguar la rebelión del militar fue el comandante Rentería, junto con 50 hombres. 

Finalmente, De Santa Cruz anexionó la Puna de Jujuy a Bolivia y lo puso bajo dependencia de Tarija. El nuevo gobernador de Salta, Manuel Solá, comenzó las negociaciones de paz y consiguió que el boliviano José Miguel de Velasco le enviase una carta de paz junto con la liberación dee los prisioneros argentinos. En enero de 1839, el chileno Manuel Bulnes y el peruano Agustín Gamarra derrotaron a De Santa Cruz, lo que supuso el fin de la confederación y, posteriormente, Velasco fue nombrado nuevo presidente de Bolivia y comunicó el fin de la guerra. La Puna, Iruya y las demás poblaciones ocupadas fueron devueltas.



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