Tal día como hoy en 1909 los españoles sufren una de sus derrotas más sangrientas en el Norte de África
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Tal día como hoy en 1909 los españoles sufren una de sus derrotas más sangrientas en el Norte de África

La batalla, sucedida durante la Guerra de Melilla, se saldó con victoria para los soldados rifeños
1280px Tropas españolas de camino al Barranco del Lobo
Las tropas del general Pintos avanzando aquel 27 de Julio de 1909
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Tal día como hoy, 27 de julio, pero de 1909, se desarrolla una importante derrota española conocida como el Desastre del Barranco del Lobo. La batalla, sucedida durante la Guerra de Melilla, se saldó con victoria para los rifeños (etnia bereber que habitan en el Rif, al norte de Marruecos).

Las tropas españolas estaban mandadas por el comandante general de Melilla, José Marina Vega, y por el general de brigada Guillermo Pintos Ledesma. Se desconoce el número de soldados por ambos bandos, aunque sí quedó un registro de bajas de los españoles. Por parte de los rifeños no ha quedado registro ni de los mandos de sus tropas.

Unos días antes del combate, Vega solicita refuerzos debido a que no podía continuar con las llamadas labores pacificadoras, es decir, continuar con las explotaciones mineras en medio de protestas y ataques rifeños. Vega recibe una negativa y poco después se intensifican los ataques: un capataz y trece trabajadores españoles fueron asaltados a tiros mientras construían el puente del barranco de Sidi Musa, a poco más de cuatro kilómetros de Melilla. Cuatro de estos hombres murieron en el ataque mientras que el resto logró regresar a la ciudad española en una locomotora. Aquel acto de violencia daría comienzo a un conflicto que duraría meses y que tuvo como uno de los episodios más trágicos para los españoles aquel sucedido el 27 de julio.

Una emboscada fácil

Las tropas de Vega reciben la información de que el día 27 un importante ejército rifeño iniciará un ataque. Mientras que el comandante general salía con sus hombres para proteger una de las posiciones críticas (la llamada Segunda Caseta), el contingente de Pintos vigilaban la zona del barranco del Lobo y el del Alfer. Fue en dicha posición cuando los rifeños, tomando las posiciones más altas, los sorprendieron a tiros. Pintos ordenó la retirada sin el apoyo de fuego de artillería, lo que supuso un error fatal, puesto que los soldados fueron cayendo a merced de los rifeños.

Vega, tras observar la situación, organizó también la retirada de sus soldados. El caos de balas ocasionó más de 100 muertos entre los que se encontró el general Pintos. Además de los muertos, hay que añadir a casi 600 heridos españoles en la emboscada. No se conservan datos de las bajas rifeñas, aunque en vista del desarrollo del ataque, se presuponen muy pocas.

Una guerra que requería preparación

Posteriormente, durante el mes de agosto, la situación cambió. El envío de tropas más preparadas, así como una estrategia envolvente a la ubicación de estas tribus del norte de África, ayudaron a los españoles a tener un mayor control de la situación. Esta fase del conflicto, favorable para los españoles, se mantendría hasta finales de noviembre, cuando finalmente se negoció la paz con muchas de las tribus.

Esta guerra, finalmente, sirvió para que las tropas españolas pudiesen establecer un mayor control militar de los alrededores de Melilla. En la actualidad, los restos mortales de los fallecidos durante el conflicto se encuentran en el Panteón Margallo y Panteón de los Héroes del cementerio nunicipal de la Purísima Concepción de Melilla (España).



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