Mientras se intercambiaba fuego de artillería, la atención estaba puesta en el acceso de la ciudad por mar y los cambios en la marea provocados por las tormentas.
Ostende no había sido conquistada antes por los españoles y fue a partir del inicio de la guerra cuando cobró importancia por su ubicación estratégica.
Pese al éxito de la campaña, las tropas castellanas temían una posible reconquista enemiga, por lo que comenzaron las labores para reforzar las defensas y para abrir de nuevo el foso.
Los franceses se parapetaron en el castillo y, aunque la ciudad ya estaba en poder de Graham desde el 31 de agosto, no fue hasta el 5 de septiembre cuando ofreció su rendición.Mapa británico utilizado durante el asedio Fue al tomar la ciudad cuando las tropas victoriosas descubrieron la abundancia de provisiones (especialmente de bebidas alcohólicas) que había en ella.
Un cambio en la estrategiaTras el fracaso de su primer ataque, los franceses cambiaron de estrategia y sitiaron la ciudad.
Las crónicas de la época narran el momento en que el general Spínola se reunión con Nassau, una entrevista desarrollada con caballerosidad tanto por vencedores como por vencidos.