Francia bota el primero de sus cuatro buques logísticos de diseño italiano

El primer buque logístico de la nueva flota para la Armada francesa ya está en el agua. A finales de abril se botó en Saint-Nazaire, cerca de Nantes, la primera de las cuatro BRF (siglas de Bâtiments Ravitailleurs de Force, que en castellano equivale a buques de suministro de fuerza) del denominado programa Flotlog, acrónimo de flota logística.

Los trabajos se encargaron en enero de 2019 a Chantiers de L´Atlantique, compañía de propiedad compartida a partes iguales por la firma italiana Fincantieri y la francesa Naval Group. El cronograma previsto marca que la entrega de este primer buque tendrá lugar el año que viene, unos meses después de lo inicialmente previsto. El siguiente deberá ser suministrado en 2025, el tercero en 2027 y el último en 2029.

El BRF Jacques Chevallier, como ha sido bautizado este buque, pertenece a una serie de cuatro basados en el diseño del barco

El diseño de los nuevos barcos se basa en el del italiano Vulcano, y el proyecto se considera un hito en las relaciones de las industrias navales de ambos países. La agencia francesa de adquisiciones militares (DGA) y su homólogo italiano (Navarm) ordenaron a principios de 2019 la construcción de estos buques mediante un contrato suscrito a través de la Organización Conjunta para la Cooperación en Materia de Armamentos (Occar), que es la entidad intergubernamental encargada de gestionar el programa Flotlog

Chantiers de l’Atlantique y Naval Group acordaron externalizar la construcción de las secciones delanteras de los cuatro buques a Fincantieri. El liderazgo de los trabajos quedó en todo caso en manos de Chantiers de L´Atlantique, anteriormente conocida como STX Marina France, que es la responsable del diseño y la construcción de las naves (Fincantieri actúa como subcontratista).

Además de emplearse en dar apoyo logístico de la flota francesa, los futuros LSS (siglas en inglés de este tipo de buques logísticos) también podrán servir a “buques de combate de la marina aliada”, de acuerdo con la información divulgada en su momento por Naval Group.

Cada uno de estos buques será capaz de transportar 13.000 metros cúbicos de combustible, tanto para barcos como para aeronaves, además de armamento y munición, partes de recambio y alimentos. Los futuros LSS franceses estarán además equipados con sistemas de gestión de residuos y talleres de reparación.

El desplazamiento de cada BRF será de 31.000 toneladas a plena carga y tendrán una eslora de 194 metros por 27,6 metros de manga. En su interior dispondrá capacidad para acomodar a una tripulación de 190 personas, incluidos 30 pasajeros. Su velocidad máxima alcanzará los 20 nudos y podrán cubrir hasta 7.000 millas náuticas sin necesidad de aprovisionarse. Como armamento también contarán con cañones de 40 milímetros e irán dotados del sistema de gestión de combate Polaris, de Naval Group.

Tiempo récord de 50 días

Durante el acto de botadura del nuevo barco, el director general de Chantiers de l'Atlantique, Laurent Castaing, ha destacado que gracias a las nuevas instalaciones de la compañía ha sido posible “ensamblar los 20 bloques del casco del BRF Jacques Chevallier en un tiempo récord de 50 días”. Estas cifras, apunta, “demuestra que nuestra experiencia como fabricante de buques civiles puede beneficiar enormemente a los militares en términos de tiempo, coste y control de calidad".

Por su parte, Pierre Éric Pommellet, director general de Naval Group, ha destacado que este BRF es “es un fuerte símbolo de la cooperación franco-italiana”.