Tal día como hoy en 1823 los colombianos vencen a los españoles en Maracaibo

Tal día como hoy, 24 de julio, pero de 1823, una escuadra naval de la República de Colombia se enfrenta a los navíos de la Armada española en las aguas del lago de Maracaibo, al oeste de la actual Venezuela. La batalla se saldó con una imponente victoria colombiana.

Existen diferentes puntos de vista sobre las capacidades de ambos ejércitos sobre el lago de Maracaibo. Según el historiador Gustavo Machado Guzmán, los colombianos acudieron a la contienda bajo el mando de José Prudencio Padilla con 22 barcos, 85 piezas de artillería y 1.312 tripulantes. Los españoles, por su parte, bajo el mando de Ángel Laborde y Navarro y con 32 barcos, 67 piezas de artillería y 1.650 tripulantes.

El capitán español Francisco Tomás Morales buscó el enfrentamiento a pesar de las advertencias de sus compañeros marinos, incluyendo la del propio Laborde. El militar quería una victoria decisiva sobre sus enemigos y la impaciencia acabó jugando en su contra. El combate decisivo comenzaría al amanecer del día 24 de julio tras algún intercambio de cañonazos y mientras se sucedían las continuas discusiones entre Morales y Laborde.

Poca visibilidad para los españoles

Con los primeros disparos de artillería sobre el lago, Laborde ordenó rechazar el ataque, en actitud defensiva, tras percatarse de que sus enemigos estaban mejor equipados. Padilla, por su parte, indicó al resto de navíos, mediante una señal pactada izando una bandera, que los comandantes de cada barco quedaban en libertad de acción para tomar las decisiones que consideraran oportunas según las circunstancias.

El español decidió esperar al ataque enemigo, lo que fue otro error estratégico. Al aguantar la posición, el humo de la pólvora tanto de sus propios navíos como de los impactos enemigos bloquearon su visión, obligándoles prácticamente a disparar al azar.

Cuando Laborde se vio completamente acorralado, trató de indicar una retirada, pero ya era tarde. Se calculan unas 800 bajas, además de 569 soldados y marineros españoles capturados. Por su parte, los colombianos solo calcularon unas 60 bajas y 105 heridos.