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El Ejército lanza un plan para dotar a la base logística de Córdoba con las tecnologías más avanzadas
El Ejército de Tierra español ha puesto en marcha una hoja de ruta para la implantación de las nuevas tecnologías 4.0 (IA, big data, 5G, nube, robótica...) en la futura base logística de Córdoba que abrirá sus puertas en torno al año 2027.
Todavía faltan cinco años para la inauguración, sin embargo, el Ejército de Tierra no quiere dejar nada a la imaginación. Por ello, ha elaborado la Estrategia Tecnológica de la Base Logística. Este ambicioso plan fue presentado el martes en un taller con empresas celebrado en el Parque y Centro de Mantenimiento de Helicópteros (Pcmhel) en la base Coronel Mate (Colmenar Viejo, Madrid).
El Ejército de Tierra expuso las claves de esta estrategia a más de 200 asistentes, la mayor parte representantes de las empresas del sector, una cifra que pone de manifiesto el interés que suscita el proyecto de la base logística entre la industria. El acto contó con la intervención de la secretaria de Estado de Defensa, Amparo Valcarce, y el jefe del Estado Mayor del Ejército (JEME), general de ejército Amador Enseñat.
Valcarce defendió que la base logística será una “base inteligente” con “las mejores soluciones basadas en las mejores tecnologías” y puso en valor “el esfuerzo presupuestario” -350 millones de euros- del Ministerio de Defensa principalmente para garantizar la viabilidad financiera del proyecto. El JEME resaltó que el proyecto “con un elevado nivel tecnológico” es una buena oportunidad para impulsar la relación entre defensa, industria y universidad en busca de las soluciones más avanzadas para las Fuerzas Armadas.
También intervino el jefe del Mando de Apoyo Logístico del Ejército (MALE), teniente general Fernando García y García de las Hijas, quien hizo hincapié en que la base logística será punta de lanza de la transformación digital y la logística 4.0 en el Ejército y subrayó que el plan tecnológico permitirá la implantación de las innovaciones más adecuadas a la futura base.
La estrategia tecnológica gira en torno a cinco ejes: digitalización y automatización industrial (vehículos autónomos, realidad virtual y aumentada, fabricación aditiva, almacenes automáticos...); seguimiento y control de activos para sistemas de armas y sus elementos; economía del dato e inteligencia artificial para obtener datos; sostenibilidad enfocada a la eficiencia energética; y seguridad a través de técnicas de visión artificial y reconocimiento de voz y elementos biométricos.
Experimentación, la clave
El principal objetivo de este plan es llegar a 2027 con las ideas claras. Es decir, saber las tecnologías con aplicaciones a la base logística y las que no marcarán la diferencia. Para filtrar el grano de la paja, el Ejército tiene en marcha un plan de experimentación que permitirá evaluar en proyectos a pequeña escala esas tecnologías. Algunas de estas iniciativas ya han comenzado.
El general de brigada Enrique Ruiz Alonso, al frente de la oficina del proyecto de la base logística, dio a conocer el proyecto para implantar el 5G en dos centros de mantenimiento financiado con fondos europeos y que servirá para probar esta tecnología. El Ejército también evalúa el empleo de drones en interior en los almacenes y trabaja en la sensorización de edificios, la trazabilidad de activos y en dar el salto a la fabricación aditiva en metal.
En todo este plan además tendrá un papel activo la DGAM, y más concretamente, la Subdirección General de Planificación Tecnología e Innovación (Sdgplatin). El órgano que dirige el general de división Enrique Campo Loarte también financia proyectos para el desarrollo de tecnologías con aplicaciones en la base logística. Un ejemplo es la Manpredic, dirigido al mantenimiento predictivo de vehículos.
Campo destacó en su intervención en el taller que el gran reto en I+D es acortar los programas para cerrar el ciclo y obtener al final productos que entren en servicio en las Fuerzas Armadas, al tiempo que reconoció que el presupuesto es limitado y, por lo tanto, es muy importante la colaboración con otros departamentos y aprovechar al máximo los programas europeos. Tanto Ruiz como Campo coincidieron en que resulta fundamental involucrar a la industria en el proyecto de la base logística. El primero pidió al sector “ayuda, valentía y compromiso”, el segundo destacó que esta iniciativa es “una necesidad” del Ejército y “una oportunidad” para la industria.
Los centros de la experimentación
Tres centros serán claves en la experimentación. Por un lado, el acuartelamiento de San Cristóbal, al sur de Madrid, será una Base de Experimentación y Apoyo (BEA) y llegará a tener unas capacidades muy similares a las de la base logística. Aquí hay en la actualidad tres órganos logísticos del Ejército, el Parque y Centro de Abastecimiento e Intendencia (Pcami), el Parque y Centro de Mantenimiento de Sistemas Acorazados nº 1 (Pcmasa) y el Laboratorio Central del Ejército.
Por otro lado, el Parque y Centro de Mantenimiento de Helicópteros (Pcmhel) también probará tecnologías. De hecho, este centro es uno de los elegidos para poner a prueba una nube privada 5G. El Pcmhel será el único centro logístico de cuarto escalón que continuará tras la activación de la base logística. Y, por último, está el Parque y Centro de Mantenimiento de Vehículos Ruedas nº2 (Pcmvr 2) de Córdoba que por su cercanía a las futuras instalaciones irá absorbiendo el nuevo personal que al final acabará en la base.
Propuestas tecnológicas
El acto permitió asimismo conocer algunas de las propuestas tecnológicas de la industria para la base logística. Telefónica expuso su solución 5G y nube privada, seleccionada por el Ejército de Tierra para el Pcmhel y Pcami; la tecnología de fabricación aditiva en metal de la empresa jienense Meltio, que ha sido elegido por la US Navy; y el sistema gestión logística de Airbus para el mantenimiento de helicópteros.
