Tal día como hoy en 1195 los almohades derrotan a las tropas de Alfonso VIII de Castilla forzando su retirada a Toledo
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Tal día como hoy en 1195 los almohades derrotan a las tropas de Alfonso VIII de Castilla forzando su retirada a Toledo

La batalla de Alarcos se libró junto al castillo de Alarcos entre las tropas cristianas de Alfonso VIII de Castilla y las almohades de Yusuf II
Batalla alarcos
Cuadro sobre la batalla de Alarcos. Imagen: Wikipedia Commons
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Tal día como hoy,18 de julio pero de 1195, los almohades derrotan a las tropas de Alfonso VIII de Castilla en la batalla de Alarcos.

La batalla de Alarcos se libró junto al castillo de Alarcos, situado en lo alto de un cerro junto al río Guadiana, cerca de la actual ciudad española de Ciudad Real, el 19 de julio de 1195, entre las tropas cristianas de Alfonso VIII de Castilla y las almohades de Abū Ya'qūb Yūsuf al-Mansūr (Yusuf II). La batalla se saldó con la derrota de las tropas cristianas, lo cual desestabilizó al Reino de Castilla y frenó el avance de la reconquista unos años, hasta que tuvo lugar la batalla de Las Navas de Tolosa en 1212. 

La batalla

Los cristianos disponían de dos regimientos de caballería: en primera línea o haz estaba la caballería pesada (de unos 10 000 hombres) al mando de don Diego López de Haro y sus tropas, seguida después de la segunda línea o haz, donde se encontraba el propio Alfonso VIII con su caballería e infantería.

Por parte de las tropas almohades, en vanguardia se hallaba la milicia de voluntarios benimerines, alárabes, algazaces y ballesteros, que eran unidades básicas y muy maniobrables. Inmediatamente tras ellos estaban Abu Yahya ibn Abi Hafs (Abu Yahya) y los Henteta, la tropa de élite almohade. En los flancos, su caballería ligera de caballos y dromedarios equipada con arcos y en la retaguardia el propio Al-Mansur con su guardia personal. Tras horas de batalla así quedó plasmado en la historia.

Consecuencias

Los almohades se adueñaron de las tierras entonces controladas por la Orden de Calatrava; seis meses después cayó la fortaleza de Calatrava la Nueva, entonces llamada castillo de Dueñas, y llegaron incluso hasta las proximidades de Toledo, donde se habían refugiado los combatientes cristianos que habían sobrevivido a la batalla. Entre las bajas más destacadas estuvieron Gutierre Rodríguez Girón, obispo de Segovia, Sancho García 'el Cabezudo', señor de Ayala y Salcedo, e Íñigo López, II señor de Llodio, antepasado de la casa de Mendoza. Desestabilizó al Reino de Castilla durante años. Todas las fortalezas de la región cayeron en manos almohades: Malagón, Benavente, Calatrava la Vieja, Caracuel, etc., y el camino hacia Toledo quedó despejado. Afortunadamente para Castilla, Abu Yusuf volvió a Sevilla para restablecer sus numerosas bajas y tomó el título de al-Mansur Billah (el victorioso por Alá).



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