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Fuerzas blindadas en Sudamérica, la obsolescencia de la indisponibilidad
por Paulo Roberto Bastos Jr
El escenario sudamericano en materia de fuerzas blindadas, que ya lidiaba con una obsolescencia endémica, ha visto como la invasión rusa de Ucrania en 2022 ha agravado mucho más esta situación y afectado a todos los países de la región.
Brasil, Chile y Argentina, que cuentan con importantes flotas de vehículos de combate de origen alemán, se enfrentan a una escasez crónica de componentes y piezas de repuesto, tanto para los Marder y derivados como para los MBT Leopard 1 y 2.
El austriaco SK-105, que se vendió bien en el continente, está al final de su vida útil para la mayoría de los operadores, al igual que los modelos modificados del AMX-13 y derivados. Los viejos T-55 en diferentes versiones, generalmente adaptados con tecnología israelí, también están en proceso de ser completamente desmovilizados por falta de piezas y suministros. Algunos países disponen de auténticas reliquias en funcionamiento, si es que funcionan.
Se están aplicando medidas de emergencia, como la nacionalización de componentes críticos (cuando es posible) y/o la adquisición de consumibles genéricos en el mercado internacional como forma de contener el aumento exponencial de la indisponibilidad de estos vehículos de combate.
Los programas de modernización de las plataformas que aún existen en cantidad, como el TAM 2CA2 en Argentina, o el Leopard 1A5 en Brasil, han sido suspendidos. En el caso del EA, toda la tecnología es suministrada por Israel, en guerra con el grupo terrorista HAMAS desde principios de octubre, y se desconoce el estado del compromiso de soporte al cliente por parte de las empresas israelíes responsables del suministro de los sensores y sistemas asociados.
En el caso brasileño, la situación es aún más crítica, ya que el contrato con KMW se acerca a su fin (2027), y la indisponibilidad de la flota ha aumentado mucho en el período 2022/2023 debido a la falta crónica de piezas y repuestos en el mercado internacional. En el anticlímax, el EB anunció que había renunciado a modernizar el Leopard 1A5, centrando sus acciones en mantener al menos una parte de la flota en condiciones de funcionar y combatir hasta —al menos— 2035.
La situación documental nominal, en cuanto a los países sudamericanos que disponen de blindados que entran en el ámbito del Especial, por orden alfabético, comienza por Argentina, que ha producido 232 TAM VC y actualmente tiene en stock unos 220 (más otros 198 en otras versiones). Existe un programa de modernización iniciado con la empresa israelí IMI (ahora gestionada por Elbit Systems) denominado TAM 2C, cuyo prototipo fue entregado en 2013. En junio de 2015 se anunció que se había contratado la modernización de 74 unidades.
En mayo de ese mismo año se disparó el primer prototipo denominado TAM 2CA2. El EA también ha alineado unos 100 cazacarros SK-105 Kurassier y 4 Patagon (torreta AMX-13 sobre chasis SK-105 - Programa cancelado), pero estos blindados cumplen una función de apoyo al fuego en las Brigadas Mecanizadas.
Por su parte, Bolivia tiene 54 tanquetas SK-105A1 Kürassier en carga, que nunca han sido sometidas a un proceso de modernización y de las que poco se sabe sobre su operatividad y disponibilidad.
Brasil cuenta con 220 Leopard 1A5BR, 42 Leopard 1A1 BR (Leopard 1BE) y 35 M60A3 TTS. Los Leopard —exbelgas o exalemanes— se encuentran en condiciones operativas muy bajas debido a la falta de piezas (especialmente los 1A1) y el proceso de modernización de los 1A5 del contrato alemán ha sido cancelado debido a la falta de piezas en el mercado internacional. A pesar de estos obstáculos, Brasil anunció en octubre la aprobación de la munición de entrenamiento nacionalizada de 105 mm (punta azul), que permitirá a las tripulaciones seguir entrenándose.
Los M-60 A3 TTS no serán modernizados y tienen baja disponibilidad, similar a los Leopard, y son utilizados en la frontera Centro-Oeste en la Academia Militar de Agulhas Negras y en el Centro de Entrenamiento de Blindados. Aunque no entra en el ámbito del Informe Especial, el Cuerpo de Infantería de Marina (CFN) dispone de 17 ejemplares del cazacarros SK-105A2S Kürassier, pero su nivel de operatividad también es crítico, con entre cuatro y cinco vehículos para uso inmediato, incluso durante cortos periodos de tiempo.
Por otro lado, Chile dispone de 136 CC Leopard 2A4CH, una versión con ligeras modificaciones introducida localmente por la empresa chilena Famae. Estos vehículos se enfrentan a los mismos problemas que sus homólogos brasileños, la falta de piezas de repuesto debido a la guerra en Ucrania. En julio de este año, Famae anunció una asociación con la empresa turca Aselsan para intentar hacer viable la recuperación y el mantenimiento de estos vehículos.
En cuanto a Ecuador, sus fuerzas terrestres han alineado un centenar de GIAT AMX-13/105, equipados con un cañón francés de 105 mm y bajo retroceso (similar al SK-105 A2S brasileño). Perú, que cuenta con unos 200 T-54/T-55 CC, lleva 30 años intentando modernizar o sustituir su flota. Ha evaluado posibilidades como el Norinco MBT-2000 (VT1) chino en 2009 y el T-90S ruso en 2013, pero ninguna de estas iniciativas ha tenido éxito. Actualmente está dando prioridad a su reequipamiento con vehículos blindados de ruedas 8x8.
Presentada supuestamente como una nación con una gran fuerza blindada, al menos sobre el papel, Venezuela cuenta con 92 T-72B1V rusos y 82 AMX-30B/V, pero se desconoce su capacidad operativa por falta de información oficial. En 2014 se anunció que los AMX-30 serían recuperados y modernizados por Cemablin, para ser denominados AMX-30VE, pero no se sabe a ciencia cierta por medios oficiales cuántos han sido sometidos a este proceso y cuál es la magnitud de los trabajos.
En el caso de Uruguay, que ha priorizado la obtención de equipamiento militar a través de donaciones de naciones amigas, tiene en stock 15 vehículos de combate Ti-67 Tiran 5 (T-55 modificados en Israel y equipados con un cañón de 105 mm), además de 22 vehículos de combate ligeros M41A1 UR y 15 M41C Caxias, donados por Brasil. Todos pueden considerarse obsoletos.
