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Las misiones de las FAS en 2024: despliegue en Eslovaquia, tensión en Líbano y el Cuerno de África y retirada del Sahel
El Gobierno dio luz verde en el último Consejo de Ministros de 2023 a las misiones internacionales de las Fuerzas Armadas para este año que acaba de echar a andar. Por primera vez, militares españoles se desplegarán en Eslovaquia en el marco del plan de la OTAN para reforzar el flanco este frente a la amenaza rusa. Con este mismo objetivo, España enviará un nuevo contingente a Rumanía, donde ya hay un radar de vigilancia del Ejército del Aire y del Espacio y en los últimos años han operado cazas españoles en misiones de vigilancia del espacio aéreo aliado.
Las Fuerzas Armadas continuarán un año más en Oriente Próximo (Turquía, Líbano e Irak) y en el Cuerno de África (operación Atalanta), dos de los grandes focos de tensión e inestabilidad en la actualidad en el mundo. Precisamente, la delicada situación en estos escenarios ha obligado a reforzar las medidas de seguridad de estas misiones, algunas activas desde hace más de una década. Mientras, las misiones en África perderán protagonismo. En Malí, continuará la reducción de efectivos y uno de los dos aviones de transporte C295 desplegados en Senegal regresará a suelo español donde estará disponible para actuar en el Sahel si es necesario. España además seguirá al mando de cuatro misiones: Unifil en Líbano (ONU), EUTM Mali (Unión Europea), Eunavfor Atalanta (UE) y la misión de la OTAN en Irak (NMI).
Este año, el foco estará de nuevo en el flanco este aliado, con un incremento de efectivos. España llegará hasta los 1.700 militares en operaciones de disuasión y defensa de la OTAN en la región. En Eslovaquia, el Ejército de Tierra estará al frente de un grupo de combate en el marco de la Presencia Avanzada Reforzada (EFP) de la OTAN. La previsión es desplegar alrededor de 700 militares y liderar la misión a partir de junio de 2024, según ha avanzado el Ministerio de Defensa.
En Rumanía, el nuevo contingente español podría llegar hasta los 250 militares y además seguirá el radar de vigilancia aérea con más de 9.000 horas de operación ya y los 40 militares que operan el sistema instalado en Schitu. Más al norte, en Letonia, el Ejército de Tierra mantendrá un año más en la base de Adazi unos 650 efectivos en el batallón aliado que lidera Canadá dentro también de la operación EFP. El contingente cuenta con carros Leopardo, vehículos Pizarro y obuses M109. Además, en la cercana base aérea de Lielvarde seguirá una batería Nasams.
De cara al segundo semestre del año, el Ministerio de Defensa prevé el despliegue otra vez de una batería de defensa antiaérea Nasams en Estonia. A lo largo del año también habrá despliegues de cazas españoles, todavía por definir, en las misiones de Policía Aérea de la OTAN en el Báltico y en Rumanía y Bulgaria. La Armada, por su parte, repetirá los despliegues en las agrupaciones permanentes aliadas en el Mediterráneo y el norte de Europa.
Turquía, Irak y Líbano
Dentro de las misiones OTAN, también continuará en Turquía la batería de misiles Patriot junto con alrededor de 150 militares. El sistema está desplegado en la ciudad de Adana desde 2013 para proteger a las ciudades del sur del país de posibles ataques con misiles procedentes de Siria. Desde hace tres años, España es el único país aliado que participa en esta operación.
“En función de las decisiones colectivas que adopte la Alianza ante la evolución de la crisis en Ucrania para reforzar la disuasión en el flanco Este de la OTAN, podrían producirse incrementos temporales de las capacidades desplegadas, o bien variaciones en los grados de disponibilidad, en caso de que se activasen determinados planes de defensa colectiva”, destaca el Gobierno español.
Hasta mayo de 2024, España liderará la misión asesoramiento y capacitación de la OTAN en Irak (NMI). El teniente general José Antonio Agüero está al frente de la operación desde mayo de 2023. España mantendrá 400 militares y una unidad de helicópteros Cougar entre NMI y la coalición Inherent Resolve -la otra misión en Irak-. La situación en el país se ha complicado en los últimos meses con ataques de las milicias proiraníes a bases de estas misiones, como la de Al Asad, donde están los helicópteros españoles y el personal responsable de su operación.
En Líbano, el teniente general Aroldo Lázaro seguirá liderando la fuerza de la misión de la ONU (Unifil). España aporta 700 militares a la operación multinacional de cascos azules que vigila la Blue Line. Las medidas de seguridad se han incrementado ante el deterioro de la situación debido a la guerra entre Israel y Hamás.
Índico: un buque permanente y despliegues de CN235
Otro punto caliente es el Índico. Los recientes ataques de los hutíes de Yemen a buques militares y mercantes a su paso por el mar Rojo y el golfo de Adén han provocado una crisis en el transporte marítimo mundial. EEUU apuesta por una nueva misión militar en la región, que no ha gustado demasiado en Europa. Países como España, Francia o Italia han descartado participar por el momento.
España tiene presencia en el Cuerno de África desde la creación de la operación de lucha contra la piratería Atalanta de la Unión Europea a finales de 2008. Desde entonces, la Armada mantiene de forma permanente al menos un buque. Para 2024, el Ministerio de Defensa contempla la participación de 375 militares. En la actualidad, patrulla estas aguas la fragata Victoria. La cifra incluye el cuartel general de Rota para el mando de la operación, la dotación del buque y el personal que será desplegado en Yibuti en los dos despliegues de aviones CN235 previstos este año durante los periodos intermonzónicos.
Reducción de la presencia en Mali y Senegal
España reducirá el número de efectivos en la misión de entrenamiento de la Unión Europea en Mali. La operación está en el aire desde la retirada de las tropas francesas del país y el incremento de la presencia rusa. En la actualidad, las Fuerzas Armadas sostienen el peso de la misión, de los 160 efectivos, 135 son españoles. La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha insistido en que España quiere continuar en Mali y en el Sahel, una región estratégica en la que la inestabilidad también ha crecido en 2023, sin embargo, los problemas internos en el país hacen en la práctica muy difícil el adiestramiento de las fuerzas malienses.
Defensa ha comunicado que este año el contingente español estará compuesto como máximo por 160 militares, lo que supone una reducción respecto a 2023, debido a la revisión estratégica y el cierre de Koulikoro Training Center. Las tropas españolas permanecerán por el momento en Bamako, la capital del país. España liderará la misión hasta mayo de 2024.
El descenso de la presencia en Mali tiene efecto en la operación vecina en Senegal. El Ejército del Aire y del Espacio se quedará con un avión de transporte C-295 en Dakar –hasta ahora tenía dos- y un destacamento formado por 90 aviadores. El otro avión regresará a España y estará disponible en territorio nacional para misiones en el Sahel.
España asimismo mantendrá su presencia testimonial en las misiones de entrenamiento de la UE en Somalia y República Centroafricana, con 21 y 9 militares, respectivamente, y Eufor Althea en Bosnia-Herzegovina, con 3 efectivos. En esta última, podría incrementarse ligeramente el número de militares para llevar a cabo tareas de instrucción de desminado.
Entrenamiento de militares ucranianos
En suelo español, alrededor de 300 militares de media seguirán con el adiestramiento de soldados ucranianos dentro de Eumam-UA (Misión de Asistencia Militar de la UE en apoyo a Ucrania). Las Fuerzas Armadas españolas ya han ofertado más de 80 módulos de entrenamiento e instruido a 3.500 soldados durante 2023. La misión está coordinada por el Toledo Training Coordination Center. Estas cifras convierten a España en el tercer contribuyente europeo a la formación de personal ucraniano.
