Tal día como hoy en 1931 se proclama la Segunda República española
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Tal día como hoy en 1931 se proclama la Segunda República española

Azaña reformó unas Fuerzas Armadas en las que había 800 generales para 16 divisiones
Legada Gobierno Provisionoal Cortes Constituyentes, 1931
El Gobierno Provisional llega a las Cortes Constituyentes de 1931. Imagen: Congreso de los Diputados.
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Tal día como hoy, 14 de abril,  pero en 1931, se proclamó en España la Segunda República tras unas elecciones municipales el 12 de abril en las que, de manera indirecta, se decidió entre seguir con la monarquía de Alfonso XIII o instaurar una república. El resultado fue devastador para la Corona, ya que solo consiguió la mayoría de votos en Ávila, Burgos, Cádiz, Lugo, Orense, Palma de Mallorca, Pamplona, Soria y Vitoria, mientras que el resto de provincias dieron la victoria a los republicanos. 

Alfonso XIII no contaba con esta derrota, incluso estuvo de acuerdo en la convocatoria de elecciones porque creía que le podrían servir para recuperar la confianza de los ciudadanos en la monarquía tras la inestabilidad política que habían causado las dictaduras de Primo de Rivera y Berenguer

El 14 de abril de 1931 se proclama la República y el rey Alfonso XIII sale de España. El hasta entonces monárquico Niceto Alcalá-Zamora asume el poder de un Gobierno provisional formado por socialistas, republicanos y catalanistas de izquierdas que convocan elecciones a las Cortes Constituyentes en junio de ese mismo año y, en diciembre, aprueban la Constitución. 

El 9 de diciembre de 1931 las Cortes aprobaron la Constitución de la República Española con Manuel Azaña al frente del gobierno y Alcalá-Zamora como presidente de la República. Esta consitución fue la primera en reconocer el sufragio universal, permitió la libertad de expresión y reunión, se legalizó el divorcio y los privilegios nobiliarios se anularon.

El gobierno de Azaña llevó a cabo una serie de reformas sociales e institucionales, las más importantes fueron la reforma agraria para eliminar la desigualdad social , la reforma educativa para disminuir el analfabetismo y una reforma política por la que disminuir la influencia de la Iglesia Católica en los poderes del Estado. 

Reformas militares

Basadas en su experiencia del presidente como ministro de la Guerra en el periodo del gobierno provisional, Axaña creyó necesaria realizar una serie de reformas en las Fuerzas Armadas. Para empezar, Azaña estableció que los militares debían prometer lealtad a la República o retirase. Pocos fueron los que renunciaron a su puesto. 

Posteriormente, se centró en reducir el número de oficiales para poder modernizar el Ejército y les ofreció la posibilidad de retirarse del servicio activo conservando la totalidad de su sueldo. Casi 9.000 mandos aceptaron la oferta. En 1932, las Cortes otorgaron a Azaña la autorización para enviar a la reserva a los generales que no hubiesen recibido ningún destino en seis meses, fue una forma indirecta de deshacerse de los que dudaban de su fidelidad a la República. 

Aún así, el Ejército todavía contaba con más comandantes y capitanes que sargentos. Concretamente había 21.000 oficiales para 118.000 soldados. Para hacerse una idea del despropósito, el Ejército se dividía en 16 divisiones, para las que harían falta 80 generales. Pues bien, había 800, así que los redujo a la mitad. También anuló los ascensos que se dieron durante la dictatura y apostó por la creación del Centro de Estudios Superiores Militares y el Cuerpo de Suboficiales. Además, suprimió el Cuerpo Eclesiástico del Ejército y redujo el servicio militar a doce meses. Azaña también estableció que la Aviación debía ser un cuerpo militar independiente del Ejército.

Por otro lado, Azaña acabó con intervencionismo militar dentro de la política. A pesar de que estas reformas no fueron bien recibidas en el ámbito castrense, como se demostró más tarde cuando los militares se levantaron en armas contra su propio Gobierno, se mantuvieron durante el periodo Conservador del segundo bienio de la República. 



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