La ministra de Defensa, Margarita Robles, ha visitado esta semana las Reales y Militares Órdenes de San Fernando y San Hermenegildo, en el Complejo Princesa del ministerio en Madrid, para apoyar el “magnífico trabajo” de esta institución, creada hace más de 200 años para el reconocimiento del personal de las Fuerzas Armadas.
Robles reconoció el esfuerzo y el trabajo de las órdenes y dio su apoyo al general Miguel Ángel Villarroya (ex jefe de Estado Mayor de la Defensa y nuevo gran Canciller de la Orden). Durante la asamblea, el general manifestó la necesidad de dar a conocer esta institución, todavía muy desconocida.
Por su parte, el general de brigada Francisco Sualdea, censor de las Reales y Militares Órdenes de San Fernando y San Hermenegildo, expuso que el año pasado recibieron 4.174 solicitudes de ingreso o ascenso en la orden militar para sus cuatro categorías: Cruz, Encomienda, Placa (entre 20 y 30 años de servicio) y la Gran Cruz, para generales con Placa de tres años.
De los 98,6% de expedientes concedidos en 2022, casi el 40% han sido para la distinción de Placas, que suponen 30 años de servicio; Encomiendas un 29,5 y Cruces un 30,5%, mientras que la concesión de Grandes Cruces fue de un 0,96 por ciento.
Seguidamente la ministra recorrió las distintas dependencias, conversó con el personal de los diferentes departamentos, unidades y comisiones, y terminó su visita en el archivo de expedientes.
“Mi agradecimiento y orgullo por lo que representan las órdenes. Son no solo la historia viva de las FFAA, sino una de las mejores formas de exaltar el gran y heroico trabajo de nuestros hombres y mujeres de los Ejércitos”, escribió la ministra en el libro de honor de la orden.
Historia de las órdenes
El ingreso en la orden de San Hermenegildo, creada en 1814, es una máxima recompensa en la que se premia la constancia en el servicio con una intachable conducta. Desde 1988, el ingreso en la orden quedó abierto a mujeres y a los suboficiales.
“El ingreso y los ascensos en la Orden suponen un estímulo para el distinguido (…) pero también supone un gran beneficio para la Institución puesto que permite medir el grado de aceptación y cumplimiento de los valores que son fundamento, y contribuye, por lo tanto, a una mejor valoración”, señala la Institución en una publicación con motivo de su segundo centenario.
La diferencia con las distinciones de la Orden de San Fernando es que esta se creó, en plena guerra de la Independencia para premiar las acciones heroicas y el valor en acto de servicio. En 1958 se concedieron las dos últimas por la campaña de Ifni-Sáhara.
La Cancillería de las Reales y Militares Órdenes (RRMMOO) está presidida por el gran canciller, que debe ser un teniente general o almirante nombrado por real decreto y acordado en Consejo de Ministros.
La Orden de San Hermenegildo es una de las más antiguas entre las RRMMOO, junto a la de Carlos III, la de San Fernando y la de Isabel la Católica.
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