Un enviado del Gobierno chino se reúne con el presidente de Uruguay para la compra de OPV

El enviado para Latinoamérica del Gobierno de la República Popular China, Qiu Xiaoqu, junto con el embajador y el agregado militar chinos en Uruguay, se reunieron el pasado 23 de junio con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, para discutir varios temas, entre los que se destacó la negativa uruguaya para comprar patrulleros oceánicos (OPV), expresada explícitamente en el informe elaborado por el contraalmirante Gustavo Musso, que Infodefensa.com analizó la semana pasada. Musso expresaba en el informe que debido a la situación geopolítica entre China y Estados Unidos y los problemas logísticos que podrían surgir por esto, indicaba que la oferta China no debía de ser analizada.

Qiu Xiaogu expresó su malestar por ser obviados del proceso competitivo, primero con el vicecanciller uruguayo y luego con el propio presidente de la República, quienes reafirmaron que la posición oficial del país era realizar la compra únicamente basados en intereses nacionales y que no existían las referidas presiones geopolíticas. 

Sin embargo, el diario El Observador informaba en septiembre de 2022 que desde la Embajada de Estados Unidos se habían contactado con el senador Carlos Daniel Camy para manifestarles el desacuerdo norteamericano a la posible compra de material militar de origen chino. La comunicación se habría realizado en medio del proceso de selección previo, en el que la Armada manifestaba que la única oferta que cumplía con todos los requisitos técnicos era la de China, pero que luego se decidió desestimar por ser los costes de adquisición superiores a lo que el gobierno estaría dispuesto a erogar. Adicionalmente, en esa época se estaba negociando una transferencia de material norteamericano para las fuerzas armadas uruguayas del entorno de los 30 millones de dólares, por lo que cualquier inconveniente con Estados Unidos podría poner en peligro dicha transferencia.

Nueva llamada, abreviada y con poco tiempo disponible

En el proceso actual de compra, que fue sustancialmente simplificado en comparación con los anteriores, se presentaron varios astilleros con diversas propuestas que fueron analizadas, y eventualmente el comandante en jefe de la Armada de Uruguay, convocó a una reunión de almirantes para que se realizara una votación de los proyectos. 

El Observador, en su noticia de la reunión del pasado viernes, curiosamente presenta información de la referida votación que es diferente a la que maneja actualmente Infodefensa.com. Según El Observador, el día que se reunieron para votar, dos contraalmirantes y el comandante en jefe votaron por la oferta del astillero español Cardama y el contraalmirante Gustavo Musso por Gondán, mientras, según el matutino uruguayo, los contraalmirantes Gustavo Luciani, Diego Vizcay y Miguel de Souza, no habrían presentado una preferencia clara.

Sin embargo, Infodefensa.com posee información que difiere de ese dato, indicando que el contraalmirante Vizcay sería el único que se habría abstenido de votar. Mientras que el contraalmirante De Souza habría votado por la colombiana Cotecmcar, el contraalmirante Luciani lo habría hecho por la oferta china presentada por CSTC. De ser así, la teoría de una prohibición a la votación de buques de ese origen no tendría asidero, pues un contraalmirante habría elegido el proyecto sin mayores consecuencias.

Más allá de lo que ha trascendido en la prensa, es indudable que existen presiones de todo tipo para tratar de que el gobierno de Uruguay se incline por una oferta u otra, desde presiones a nivel de gobiernos extranjeros hasta de la propia interna de la Armada, desde donde se filtran informes internos buscando afectar el proceso. A eso se suma la necesidad imperiosa que tiene la fuerza naval uruguaya de recibir buques mayores y la presión natural que tiene el gobierno de concretar sus promesas electorales antes del fin de su gestión. Esta semana será clave para determinar que camino se seguirá y solo queda esperar que sea el mejor para el país.