En el último año 31 países han inyectado a las Fuerzas Armadas ucranianas más de cinco veces y media la cantidad que el país tenía previsto gastar en su defensa para este periodo. Así es como Kiev ha podido hacer frente a Rusia en una guerra que cuando comenzó, hace ahora 12 meses, se antojaba muy desigual. En concreto, desde finales de enero de 2022 y hasta el pasado 15 de enero, la asistencia militar internacional a Kiev suma más de 62.300 millones de euros. Cuando comenzó 2022, Ucrania tenía previsto dedicar a su defensa apenas 11.870 millones de dólares, lo que equivale a poco más de 11.100 millones de euros.
En material militar concreto, el apoyo que los países occidentales han comprometido en la guerra incluye unos 4.250 blindados, entre los que destacan 750 carros de combate; casi sesenta aeronaves, entre helicópteros y aviones de combate, y centenares de sistemas de artillería.
Estados Unidos es, con diferencia, el mayor apoyo en el esfuerzo bélico ucraniano, con el suministro de ayuda militar valorada en 44.300 millones de euros desde finales de enero del año pasado y hasta el pasado 15 de enero, de acuerdo con los datos recopilados por el Instituto de Economía Mundial de la ciudad alemana de Kiel (IFV). La cifra representa más del doble de los 18.000 millones con los que han contribuido en conjunto los 30 donantes restantes. De este modo Washington suma el 71% de todo el apoyo acumulado hasta el momento.
En segundo lugar se encuentra Reino Unido, con 4.900 millones de euros de ayuda militar a Kiev; seguido de Polonia y Alemania, con 2.400 millones cada uno, y Canadá, con 1.300 millones. Estos son los países que han suministrado más de 1.000 millones cada uno a Ucrania para su defensa. Los siguientes puestos en estas contribuciones, hasta al décimo lugar, lo ocupan Países Bajos (900 millones), Italia y Francia (700 millones cada uno), y Noruega, que se sitúa en el décimo lugar con 600 millones, la misma cantidad que Suecia. España, con 100 millones, se queda en el vigesimosegundo lugar de este listado de 31 donantes.
720 carros de combate, 200 occidentales
La asistencia militar que occidente se ha comprometido a enviar a Ucrania se concreta en 720 carros de combate, entre los que se incluyen los casi dos centenares de Leopard, Abrams y Challenger 2 de fabricación occidental (diez de ellos españoles) que deben llegar en los próximos meses; 450 vehículos de combate de infantería; más de 1.550 transportes blindados de personal, entre los que se encuentran 40 M113 suministrados por España; más de 1.100 vehículos protegidos resistentes a las minas y las emboscadas (MRAP), incluido un RG-31 Nyala ambulancia español; más de 2.300 vehículos todoterreno de infantería, principalmente HMMWV norteamericanos, los antiguamente conocidos como Hummer; más de 350 piezas de artillería remolcada, entre los que figura media docena de cañones OTO Melara Mod 56 de 105 mm enviados por España; más de 380 obuses autopropulsados; más de un centenar de sistemas de lanzacohetes múltiples, entre ellos los conocidos Himars norteamericanos de 227 mm; más de 50 cañones antiaéreos; 137 cañones antiaéreos autopropulsados; decenas de sistemas de misiles superficie-aire (SAM), incluida una batería MIM-23 Hawk y otra Aspide españolas; más de un centenar de misiles aire-aire; centenares de misiles superficie-superficie; 18 aviones de ataque a tierra Su 25; más de 40 helicópteros; más de 35 aeronaves no tripuladas de combate (UCAV); más de 2.200 drones suicidas (munición merodeadora); al menos 415 drones de reconocimiento, y más de 70 de embarcaciones y vehículos submarinos, entre otro equipamiento, que también abarca radares, vehículos de ingenieros, sistemas de guerra electrónica, cohetes guiados por láser, misiles antirradiación y antibuque y vehículos de mando.
A este recuento, extraído de la recopilación del portal especializado en inteligencia militar neerlandés Oryx, hay que sumarle además las ingentes cantidades de munición y de armamento y equipos de menor entidad facilitados a Kiev. Aquí se recogen miles de sistemas anti blindados Javelin y antiaéreos Stinger diseñados para ser lanzados desde el hombro por un solo soldado, cientos de generadores y miles de sistemas de visión nocturna.
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