El escudo antimisiles con el que Alemania quiere proteger a Europa como lo hace Israel

Israel reveló a finales del pasado noviembre la formalización del mayor acuerdo de defensa de la historia del país. Se trata de una venta valorada en 3.600 millones de euros (casi 3.380 millones de euros al cambio actual) para dotar a Alemania del sistema Arrow Weapon Systems (AWS). Es la misma arma con la que Tel Aviv protege sus cielos de amenazas a largo alcance, y que completa con la famosa Cúpula de Hierro (Iron Dome), concebida contra aeronaves y misiles lanzados desde distancias de entre 4 y 70 kilómetros, y la Honda de David (David´s Sling), destinada a dar cuenta de aeronaves y misiles de medio y largo alcance, en concreto los disparados entre aproximadamente 50 y 300 kilómetros.

La guerra en Ucrania iniciada en febrero de 2022 por Rusia espoleó a la defensa germana, que inmediatamente anunció un desembolso extraordinario de 100.000 millones de euros para complementar un gasto militar que ya se ha propuesto que alcance el 2% del PIB que pide la OTAN. Uno de las iniciativas surgidas a partir de ese momento es el desarrollo de un escudo antimisiles para proteger más allá de sus fronteras e incluir a los países de la Unión Europea que quieran adherirse, entre ellos España. De ahí su denominación European Sky Shield (ESSI).

La configuración de este Escudo del Cielo Europeo, que es a lo que corresponden las siglas ESSI en castellano, arrancó el pasado verano con el encargo por parte de Berlín a la firma alemana Diehl Defense de media docena de sistemas de defensa aérea terrestre de mediano alcance IRIS-T SLM. La primera unidad debe llegar este mismo 2024

De acuerdo con la información facilitada por el fabricante, las tropas alemanas se han encargado de formar a los ucranianos en el uso de esta arma, lo que les ha permitido familiarizarse con ella. “Según el cliente, el sistema logró una tasa de aciertos del 100%, incluso en oleadas de ataques con más de 12 objetivos”. El fabricante insiste en que este equipo “convence por su excelente rendimiento en uso operativo en Ucrania”.

Con la adquisición, por cerca de 1.000 millones de euros, de media docena de sistemas IRIS-T SLM Alemania busca cerrar una brecha de capacidad que hasta ahora existe en su defensa aérea. Los componentes que lo conforman, que incluye el sistema lanzamisiles, un radar y un centro de operaciones tácticas, están diseñados para contrarrestar amenazas como aviones, helicópteros, misiles y drones con un alcance de hasta 40 kilómetros y una altura de hasta 20.

Arrow 3

Para distancias más largas, Berlín ha optado por el sistema israelí Arrow 3, con el que ya cuenta Tel Aviv y que Berlín espera tener plenamente operativo en 2030. En este caso, se trata de una versión móvil con la que busca proteger a todo el territorio alemán. El Arrow 3, que es capaz de abatir misiles a alturas de más de 100 kilómetros, es un desarrollo de la compañía Industrias Aeroespaciales de Israel (IAI), en colaboración con la estadounidense Boeing.

Con estas adquisiciones, el gobierno alemán ha dado pasos en firme en la defensa de sus cielos en el mismo marco de su proyecto de nuevo escudo antiaéreo europeo, del que su canciller, Olaf Scholz, dio cuenta por primera vez en agosto de 2022.

El plan alemán se basa en la arquitectura de defensa antimisiles con la que cuenta Estados Unidos para protegerse de armas como proyectiles balísticos intercontinentales (ICBM), y que contempla interceptores basados en tierra y mar y sistemas láser, entre otros. “En Europa todavía tenemos mucho por hacer en defensa contra las amenazas aéreas y espaciales”, apuntó Scholz cuando reveló sus planes, y ligó a este marco la decisión de Alemania de realizar “inversiones muy importantes en nuestra defensa aérea en los próximos años”, para obtener unas capacidades que podrán desplegarse dentro de la OTAN.

Pese a mirar al aprendizaje que le ofrecen las lecciones aprendidas por EEUU, Alemania ha optado por las capacidades de Israel, al elegir el Arrow 3 frente al sistema Thaad de la estadounidense Lockheed Martin.

Diseño desde cero

En todo caso, “Alemania diseñará la futura defensa aérea desde cero para que nuestros vecinos europeos puedan participar si lo desean, como los polacos, los bálticos, los holandeses, los checos, los eslovacos o nuestros socios escandinavos”, añadió Scholz al lanzar la iniciativa hace casi dos años.

El propósito concreto del pretendido escudo europeo es la defensa del territorio de la Unión frente a misiles, principalmente rusos, que puedan ser lanzados desde tierra, mar o aire, como los proyectiles Iskander y Kalibr, entre otros, y para los que en la actualidad la UE apenas cuenta con defensas apropiadas.

La defensa antimisiles se conforma en tres niveles: bajo, medio y alto. En la actualidad los países miembros cuentan con la capacidad de ofrecer los medios necesarios para su defensa en el primer nivel, pero no tanto en los otros dos. En este punto se precisan tanto instalaciones de respuesta como medios de coordinación o integración de sistemas que ya existen, como los Patriot.

España y el sistema Aegis

Desde el momento que se anunció se hizo evidente que la propuesta de Scholz debe coordinarse de algún modo con los planes de Estados Unidos para Europa, que ya tiene en marcha su propio escudo antimisiles en el marco de la OTAN. En él se incluyen misiles interceptores SM-3 en Polonia y Rumanía, contra misiles balísticos de medio alcance, y medios navales dotados de sistemas de combate Aegis. Estos últimos, desarrollados para rastrear y guiar misiles contra amenazas enemigas, los equipan los destructores que Washington tiene desplegados en la base conjunta de Rota, en España, y también las fragatas de la Armada española F-100. El centro de Mando de este escudo de la OTAN se encuentra en la base alemana de Ramstein, cuartel general de las Fuerzas Aéreas de Estados Unidos en Europa.